Tan “gigante” era el zapallo que creció en el predio de la agricultora magallánica María Low (84), ubicado 12 kilómetros al norte de Punta Arenas, que la agricultora debió pedirle ayuda a un vecino carpintero para poder cosecharlo. Pesa 16 kilos y, según la mujer, “alcanza mínimo para unas 100 cazuelas”.
Y si se trata de completar el sano y reponedor plato, el zapallo no está solo, ya que las papas que doña María ha cosechado esta temporada alcanzaron pesos promedio de un kilo cada una.
Estos productos crecen en una pendiente que tiene la parcela de la agricultora y que respira a lo lejos la fragancia salada del Estrecho de Magallanes. Ella dice que el lugar está “bendito”, por el cariño que le dedica a la tierra y por la reciprocidad con que ésta le responde.
Sobre el enorme zapallo, comenta que creció a partir de las semillas otra calabaza que compró en un supermercado, experiencia que volverá a repetir una vez que lo parta para ver si le sale un vale otro en la próxima cosecha.
Doña María comienza su día a las 4 de la mañana. Todo lo que consume lo cosecha en su parcela: Lechugas, zapallos, cilantros, frutillas, tomates, acelgas y ciruelas. A esto suma una producción avícola con más de 100 gallinas. ¿Cansada a sus años? Dice con firmeza y entusiasmo que no, que todavía se siente “joven y con muchos proyectos por realizar”.
Vitalidad a toda prueba
Según Rocío Castro, ingeniero agrónomo del Programa de Desarrollo Local (Prodesal) de INDAP en Punta Arenas, el zapallo de Low supera con creces el tamaño normal. “Existen otras variedades que pueden ser de mayor peso, pero este tipo de zapallo de guarda alcanza un peso que varía entre los 2 y 4 kilos. Entonces, se entiende la felicidad, sobre todo en esta zona donde las condiciones climáticas hacen difícil la agricultura”, explica la profesional.
Por su parte, Julio Yaguello, ingeniero agropecuario, valora la capacidad que tiene esta mujer para generar sus propios alimentos. “A los 84 años pocas personas en este país tienen la vitalidad de autobastecerse y generar su dieta en base a alimentos saludables. Más allá del tamaño de los zapallos y las papas, doña María es un ejemplo a seguir”, precisa.
Para el director de Indap Magallanes, Víctor Vargas, estos resultados no hacen otra cosa que reflejar las buenas prácticas campesinas utilizadas en la Patagonia, bajo el acompañamiento técnico y financiero de esta institución del agro.
La agricultura como sostén
La vida de esta mujer no ha sido fácil. Quedó huérfana de pequeña y cuando llevaba cinco años de casada su marido murió ahogado al tratar de salvar a una niña. Meses después, se le quemó la casa. A partir de ese instante se dedicó a la agricultura, para sacar adelante a sus entonces tres pequeños hijos, que se convirtieron gracias a su esfuerzo en profesionales universitarios.
Los infortunios también recuerdan la azarosa vida de su bisabuelo William Low, un capitán escocés y lobero que transitó entre Las Malvinas y Chiloé e incluso hizo de piloto práctico en la emblemática Beagle de Charles Darwin, cuando todavía no existía Punta Arenas ni el Estrecho de Magallanes era anexado a Chile.
Hoy, María Low mira al pasado con el consuelo y el decoro de saber que siempre hizo frente a las dificultades con trabajo, perseverancia y un optimismo capaz de derretir cualquier tristeza.